“Para mostrar (a sus discípulos) la necesidad de orar siempre,sin desanimarse, Jess les contó esta parábola. Había en una ciudad un juez que no temía a Dios ni respetaba a los hombres. Había también en aquella ciudad una viuda que no cesaba de suplicarle: `hazme justicia frente a mi enemigo`. El juez se dijo: […]
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