Diez días después de los atentados del 11 de septiembre de 2001,Nueva York volvió a vivir un juego de béisbol. Fue entre los Mets y los Bravos de Atlanta. A pesar de la rivalidad entre los dos equipos, el ambiente emotivo que se vivió en el estadio terminó uniéndolos más que nunca.
Source: cnn.com