La solidaridad no tiene edad. Eso es precisamente lo que comprob Frank Dewhurst al convertirse en el donante de riñón con más edad. Dewhurst iba caminando por su barrio cuando vio un letrero en la casa de una vecina que decía: “necesito un trasplante de riñón, por favor aydeme” y decidió tocar la puerta. El
Source: cnn.com